- Si te casas lo lamentarás. Si no te casas, también lo lamentarás.
- Uno se busca en la felicidad y se encuentra en el sufrimiento.
- Para hacer negocios no se requiere ingenio, basta con no tener delicadeza.
- Los amigos se convierten con frecuencia en ladrones de nuestro tiempo.
- La vanidad es el amor propio al descubierto.
- De los tiempos el que más corre es el alegre.
- Un hombre no aprende a comprender nada a no ser que lo ame.
- Lo único bueno de equivocarse es la alegría que produce a los demás.
- La felicidad nace de la moderación.
- No hay grito de dolor que en lo futuro no tenga al fin por eco una alegría.
- No hay grito de dolor que en lo futuro no tenga al fin por eco una alegría.
- Un hombre no aprende a comprender nada a no ser que lo ame.
- De los tiempos el que más corre es el alegre.
- La felicidad consiste casi siempre en saber engañarse.
- No hay amor más sincero que el amor a la comida.